El Sezoens Rally se cobra la vida de dos participantes

Seis meses después de que el Rally du Condroz-Huy se viese ensombrecido por la muerte de dos aficionados, el Campeonato Belga de Rallyes se vuelve a teñir de luto. 

La cuarta cita del certamen belga daba comienzo está mañana, pero tan pronto como comenzaba se cancelaba. En la segunda especial de la prueba belga, el dúo formado por Vrolix-Winters -quienes participaban a bordo de un Mitsubishi Lancer Evo X alquilado, que como quien dice, se había auto regalado Roel por su 40 cumpleaños-  se salía de la carretera a gran velocidad tras superar un salto y seguidamente colisionaba contra un árbol en el mismo lugar donde el año pasado se salió Pieter Tsjoen.

Prácticamente en el acto, el vehículo se incendiaba, pero afortunadamente los servicios de emergencia llegaban rápidamente al lugar del siniestro y liberaban con éxito tanto a piloto y copiloto del interior del vehículo. El copiloto, Stef Winters, fue rescatado inconsciente, pero la rápida intervención de los médicos no era suficiente y fallecía en la ambulancia de camino al hospital. Roel Vrolix, quien al parecer estaba en mejor estado y podría salvar su vida, fue trasladado en helicóptero al hospital de Hasselt, pero lamentablemente no podía superar las heridas internas causadas en su cuerpo y también fallecía de camino al hospital.

Minutos después de conocerse la noticia, el director de la carrera, quien dijo no haber vivido una tragedia semejante en los últimos 30 años, decidía cancelar el Sezoens Rally por respeto a los familiares de las victimas.
Además, Jeff Steensels, co-organizador de la cita belga, emitía unas palabras de despedida a sus amigos: "Roel quería disfrutar de su Mitsubishi alquilado una sola vez y luego dejar de correr en los rallyes.
Roel estuvo gran parte de la noche anterior en el hospital porque su hijo se puso enfermó de repente. Sin embargo, él estaba de buen humor al principio del día. Dijo que sería su último rally.
Se volcaba por completo en la organización del Sezoens Rally. Le gustaba asumir algunas tareas adicionales de la prueba. Roel era un tipo muy agradable. Siempre era amable con todos. Hace unos meses me dijo: Voy a hacer algo especial por mí. Me habló del alquiler de un Mitsubishi, y yo le dije que tuviera cuidado de todos modos. Me prometió que iba a ser muy cauteloso y que realizaría una conducción conservadora, pero por desgracia no tuvo éxito en su intento".