Va luciendo por todas las asistencias su mirada con un aire de picardía
y esa chispa de ilusión propia de su juventud; su sonrisa ladeada, algo
pueril, que no se le borra del rostro; la de aquellos que son
conscientes de estar viviendo una experiencia única e irrepetible, uno
de esos regalos que el destino tiene reservados sólo para los más
afortunados.
Hace apenas un año Sepp Wiegand estaba corriendo en su país con un Suzuki Swift para preparar su debut mundialista en la WRC Academy, cuando, con las lluvias del otoño, recibió la llamada de Volkswagen comunicándole que había sido elegido para pilotar en el Rallye de Gran Bretaña, junto al holandés Kevin Abbring, uno de los Škoda Fabia S2000 con los que la marca alemana sometió a examen el talento de varios jóvenes -entre ellos, el español Yeray Lemes- en cuatro de los seis últimos rallyes de 2011.
No fue una experiencia sencilla teniendo en cuenta lo complicados que estaban los tramos; además, no se encontraba del todo bien físicamente y se tuvo que retirar nada más empezar la última etapa al encontrarse indispuesto. Pero algo debieron de ver en él los cazatalentos de su país, pues, dos meses más tarde, sólo unos días después de cumplir 21 años, Wiegand, ataviado con un polo de color negro y hombreras en verde pistacho presidido por el logo de Skoda, se fotografió junto a su nuevo copiloto, Timo Gottschalck -vencedor del Dakar junto a Nasser Al-Attiyah, un hombre de la casa Volkswagen que le ha abierto las puertas del Grupo VAG al joven germano-, al volante del Fabia S2000 oficial de la casa alemana con el que está disputando este año un programa en el IRC, mostrando ante la cámara una sonrisa plena, como la de un niño al que le acaban de hacer el regalo de su vida. No es para menos...
Este año, Wiegand, becado además por el programa de alto rendimiento de la FIA para jóvenes pilotos (FIA Institute Young Driver Academy) -cuyo primer ganador fue, precisamente, Kevin Abbring- es una esponja. Está aprendiendo a granel en todos los sentidos, ganando en experiencia, desenvolviéndose ante la Prensa, buscando los límites del coche, conociendo Mundo. En definitiva, experimentando en sus propias carnes a su temprana edad lo que significa ser un piloto de primer nivel.
Ha cometido algunos fallos, como en Irlanda, o el pasado fin de semana en Rumanía, rompiendo un amortiguador cuando iba segundo, a espaldas de Mikkelsen, camino de conseguir el mejor resultado de su carrera. De hecho, hasta ahora no ha logrado ningún podio, pese a la abrumdadora presencia de Skoda en el IRC; sí ha terminado cuarto en tres ocasiones.
Y en el Grupo VAG siguen apostando fuerte por él, promocionándole como la gran promesa alemana a la que pretenden lanzar al estrellato, ese Walter Röhrl en potencia del que hablaba hace unos meses Kris Nissen, cuyo espíritu parece haber abandonado a Hermann Gassner y a Christian Riedemann para posarse en la persona de Wiegand. Prueba de ello es el premio que le ha dado Volkswagen para el rallye de casa al que se está convirtiendo, sin duda, en el 'niño bonito' de la marca.
El equipo teutón ha anunciado que en el Rallye de Alemania Wiegand pilotará un tercer Fabia S2000 oficial junto a Sébastien Ogier y Andreas Mikkelsen.
El joven representante de los concesionarios germanos de Skoda en el IRC se erige, por tanto, en la apuesta más joven de la firma de Wolfsburgo, por encima del que fue su compañero el pasado año en Gales, Kevin Abbring, quien, a pesar de ser el más rápido de su categoría en Gran Bretaña 2011 y este año en Montecarlo, parece haberse visto eclipsado por las actuaciones de Mikkelsen, y por sus propios errores.
Ahora, a sus 21 años, Wiegand es la gran promesa germana, el foco de todas las miradas de los futurólogos de su país. El canterano de oro de Volkswagen, nada menos. Como para no sonreír...
Hace apenas un año Sepp Wiegand estaba corriendo en su país con un Suzuki Swift para preparar su debut mundialista en la WRC Academy, cuando, con las lluvias del otoño, recibió la llamada de Volkswagen comunicándole que había sido elegido para pilotar en el Rallye de Gran Bretaña, junto al holandés Kevin Abbring, uno de los Škoda Fabia S2000 con los que la marca alemana sometió a examen el talento de varios jóvenes -entre ellos, el español Yeray Lemes- en cuatro de los seis últimos rallyes de 2011.
No fue una experiencia sencilla teniendo en cuenta lo complicados que estaban los tramos; además, no se encontraba del todo bien físicamente y se tuvo que retirar nada más empezar la última etapa al encontrarse indispuesto. Pero algo debieron de ver en él los cazatalentos de su país, pues, dos meses más tarde, sólo unos días después de cumplir 21 años, Wiegand, ataviado con un polo de color negro y hombreras en verde pistacho presidido por el logo de Skoda, se fotografió junto a su nuevo copiloto, Timo Gottschalck -vencedor del Dakar junto a Nasser Al-Attiyah, un hombre de la casa Volkswagen que le ha abierto las puertas del Grupo VAG al joven germano-, al volante del Fabia S2000 oficial de la casa alemana con el que está disputando este año un programa en el IRC, mostrando ante la cámara una sonrisa plena, como la de un niño al que le acaban de hacer el regalo de su vida. No es para menos...
Este año, Wiegand, becado además por el programa de alto rendimiento de la FIA para jóvenes pilotos (FIA Institute Young Driver Academy) -cuyo primer ganador fue, precisamente, Kevin Abbring- es una esponja. Está aprendiendo a granel en todos los sentidos, ganando en experiencia, desenvolviéndose ante la Prensa, buscando los límites del coche, conociendo Mundo. En definitiva, experimentando en sus propias carnes a su temprana edad lo que significa ser un piloto de primer nivel.
Ha cometido algunos fallos, como en Irlanda, o el pasado fin de semana en Rumanía, rompiendo un amortiguador cuando iba segundo, a espaldas de Mikkelsen, camino de conseguir el mejor resultado de su carrera. De hecho, hasta ahora no ha logrado ningún podio, pese a la abrumdadora presencia de Skoda en el IRC; sí ha terminado cuarto en tres ocasiones.
Y en el Grupo VAG siguen apostando fuerte por él, promocionándole como la gran promesa alemana a la que pretenden lanzar al estrellato, ese Walter Röhrl en potencia del que hablaba hace unos meses Kris Nissen, cuyo espíritu parece haber abandonado a Hermann Gassner y a Christian Riedemann para posarse en la persona de Wiegand. Prueba de ello es el premio que le ha dado Volkswagen para el rallye de casa al que se está convirtiendo, sin duda, en el 'niño bonito' de la marca.
El equipo teutón ha anunciado que en el Rallye de Alemania Wiegand pilotará un tercer Fabia S2000 oficial junto a Sébastien Ogier y Andreas Mikkelsen.
El joven representante de los concesionarios germanos de Skoda en el IRC se erige, por tanto, en la apuesta más joven de la firma de Wolfsburgo, por encima del que fue su compañero el pasado año en Gales, Kevin Abbring, quien, a pesar de ser el más rápido de su categoría en Gran Bretaña 2011 y este año en Montecarlo, parece haberse visto eclipsado por las actuaciones de Mikkelsen, y por sus propios errores.
Ahora, a sus 21 años, Wiegand es la gran promesa germana, el foco de todas las miradas de los futurólogos de su país. El canterano de oro de Volkswagen, nada menos. Como para no sonreír...
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